La mística del negro.

Negro Casas vs. Místico.
Parecía que nos encontrábamos en otros tiempos, en otras arenas, en otras épocas, cuando la arena México comenzó a retumbar coreando el nombre de Pepe el Negro Casas, hombre de mil batallas, de todos los bandos, de rivalidades constantes, de alianzas poderosas.
El Negro Casas despojó a Místico de su cinturón y poco importó que lo hiciera con una triquiñuela, que no se destacara por la técnica en sus lances, por la precisión en sus llaveos, por lo limpio de sus ejecuciones, la arena México se rindió a los pies de Casas.
En una lucha digna de campeonato, que terminó de encender el cuadrilátero de la México Catedral, ya de por sí prendida por la buena calidad de las luchas anteriores y por la expectativa del duelo final, Místico y el Negro Casas sacaron a relucir lo mejor de su repertorio para obsequiar al público que abarrotó el recinto un duelo explosivo.
Místico vivió su noche más negra en el recinto de la Doctores al enfrentarse a un público casi totalmente rudo o anti-místico, mientras que el Negro se atrevió incluso a aplicar la llave creada por el Príncipe de Plata y Oro para embolsarse la priemra caída. El Apóstol contestó con una Casita y el final se debió al despojo de su máscara mientras aplicaba una Atlántida.
Poco que decir queda, se espera un encuentro de alarido en lo que será la revancha a efectuarse en Guadalajara, por lo pronto, la demostración de una lucha de campeonato a la vieja y clásica usanza, con llaves de todos tipos y estilos, la Tapatía, la Atlántida, la Cavernaria, la Mística, La Casita, etc., y con una arena que hizo recordar los tiempos en que la idolatría cobijaba a luchadores como Wagner, Aguayo o el propio Mísito, si esto lo provocó el Negro y no la antipatía al Príncipe es cosa que se verá después, por lo pronto será un evento recordado por mostrarnos la esencia de este deporte en su máxima expresión.