21 sept 2008

Blue Panther vs. Villano V

Viernes 19 de Septiembre de 2008.
Arena México.
75 aniversario de la lucha libre en México.
Máscara vs. Máscara, 2 Leyendas en juego.

Blue Panther vs.Villano V.

Majestuosa lució la catedral de la lucha libre en México en el marco del festejo de aniversario del CMLL.
Luchas de gran nivel que posteriormente reseñaremos fueron calentando los ánimos de un público que por momentos lució nervioso, tenso, dubitativo mientras se acercaba el gran momento.
Las máscaras del maestro lagunero abundaban, mensajes de apoyo, gran confianza se veía en sus seguidores de alzarse con la victoria y una nueva tapa a sólo unos días de su treinta aniversario como luchador.
La novedad era observar la gran cantidad de máscaras rosas, moradas, negras y hasta amarillas del quinto miembro de la Dinastía Imperial. Villanos con playeras de los Perros del Mal, con playeras de Dr. Wagner, seguidores añejos de la familia Mendoza, combinación de aficionados de la vieja escuela y la nueva, conversaciones en las que se mencionaba el glorioso pasado en el Toreo, recuentos sobre las máscaras en poder de Panther, gran conjunción se logró en el magno evento de la lucha libre mexicana.
No faltaba entusiasmo, las primeras luchas sirvieron para posicionar cada vez más la ansiedad de la espera, llegado el momento, los seguidores de la Pantera Azul llenaron el coliseo con gritos de apoyo a su gladiador mientras se transmitía una reseña en video de su trayectoría, apareciendo al final el Maestro Lagunero al ritmo de música norteña y un atuendo del mismo estilo, sin faltar su tradicional sombrero, provocando la entrega de un público que ya lo había cobijado un año antes cuando despojó de la tapa al Hijo de Lizmark.
Enseguida, y tras de una reseña que incluía fotos del gran Ringo Mendoza, apareció el Villano V, demostrando la gran cantidad de apoyo que lo acompañaba, recordando, tal vez, que en ese mismo escenario, apenas unos años ante, su hermano, el Vilano III, perdía la afamada máscara a manos de Atlantis, se vivía un sentimiento de revancha.
Gran entusiasmo provocó la presentación de los seconds, aunque también un poco de desconfianza, se temía no sólo la intervención de alguno, sino incluso alguna reyerta que desviara la atención de la lucha principal, sin embargo, salvo un par de ocasiones, El Hijo del Perro Aguayo y Místico se comportaron a la altura de las circinstancias, aliviando los temores que el Villano había expuesto a un diario deportivo, en las que decía preferir a su hermano en la esquina.
Las acciones no dejaron lugar a respiros, el Villano V resultó herido muy pronto en la cabeza debido a un tope del lagunero que provocó que chocara con una butaca, situación que, además de provocar un cambio de máscara y algunos mareos, no detuvo al Villano en su intento por destapar a Panther.
El primer episodio fue para Panther mediante una descalificación producto de una intervención del Perro Aguayo y un intento de engaño del Villano que despojó a Panther de la tapa para ponerlo espaldas planas, situación que fue observada por el réferi que otorgó el triunfo al técnico. Un susto vivieron los seguidores del rufián, que veían cómo el Villano destrozaba la tapa de Panther, algunos creían que la segunda caída había comenzado, lo que significaría la descalificaciópn y la derrota del rudo, sin embargo, la acción le ganó por algunos segundos al silbato y las hostilidades continuaron.
Volvió Panther con nueva tapa a luchar, una segunda caída con técnica, con demostraciones de lucha a ras de lona, encuentro en el centro del ring, Panther tomaba la ventaja, el Villano se veía muy afectado por la herida, el Perro intentaba ayudar con agua, con hielo, Panther decide cobrar revancha y despoja de su máscara al rudo, ganándose la descalificación, perdiendo la segunda caída y dando un respiro a su rival.
La gente dividida, los gritos al Villano crecían guíados por el líder de los Perros del Mal, Místico evitaba cualquier intervención del second rudo, los gladiadores se veían nerviosos, la Arena se preparaba para lo inevitable mientras el reloj se acercaba a la medianoche.
El Villano, tocado, recibe en tanda espectacular tres topes seguidos por parte de su rival, Panther resiste un par de corner suplex de su rival, cuando de pronto, ante la expectación de algunos, el miedo de otros y la emoción de muchos, Blue Panther aplicó su clásica ya palanca al brazo, la misma que un año antes le hizo ganar la tapa de Lizmark, el Villano intentaba alcanzar la cuerda, era cuestión de tiempo, el encordado no era lo suficientemente flexible para que el Perro lo acercara, el rudo arrastraba ambos cuerpos hacia la orilla, algunos festejaban ya, otros se resignaban, hasta que la mano del V malandrín se posó en la cuerda inferior y suspiros, ayes y demás exclamaciones llenaron el ambiente, era increíble.
El duelo se veía parejísimo, interminable, pocos hubieran asegurado un ganador en ese momento, hasta que, en medio del clamor, del apoyo, de la ansiedad, el Maestro Panther intentó aplicar una nueva y definitiva palanca al brazo maltrecho del Villano, la Pantera Rosa aprovechó entonces para responder con la llave universal, llevando a la Pantera azul a espaldas planas, el conteo comenzó, eterno para todos, momento de contener el aliento, un silencio excepcional reino el cuadrilátero, miles de bocas abiertas, incredulidad, festejos, brincos, lágrimas, azoro, alegría y triteza, emociones contenidas explotando, los que se creían vencidos no cabían en sí mismos, los que se veían confiados no daban crédito, la tercera palmada había sido dada, no había vuelta atrás, Blue Panther perdía la máscara.
Un gran coro comenzó a alentar un grito, ¡Indulto! se pedía, no era posible, en verdad caería una leyenda en una noche que pasará a la historia de lo encuentros legendarios en los encordados nacionales, festejo inmejorable, ejemplo supremo para los seconds que ya tendrán su oportunidad, muestra de un estilo de lucha que reunió a distintos tipos de aficionados, pero sobre todo grandeza, Blue Panther entregando la máscara en manos de su rival, levantándolo en hombros, el Villano V regresando la cortesía, el sello de un abrazo que marcará un duelo de grandes en el que no importaba qué máscara cayera, se lamentaría y extrañaría igual.

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