Wagner no cumplió...

Viernes 18 de julio de 2008.
Arena México.

Lucha de titanes, los máximos ídolos de la lucha libre en estos momentos, Dr. Wagner Jr. y el Hijo del Perro Aguayo sostuvieron un encuentro vibrante de principio a fin, decidiéndose a favor del can de Nochistlán mediante un foul artero que dejó en la lona al galeno.
Cabe recordar que la semana anterior, Wagner anunció que en caso de ganar la lucha exigiría un duelo de apuesta contra el Perro, en caso de ser derrotado, el Galeno aceptaría la invitación a unirse a la agrupación de los Perros del Mal, sin embargo, tras ser derrotado, Wagner optó por abalanzarse sobre el can y romper la playera que este le ofrecía.
La gente se entregó a Wagner desde el inicio, opacando la música de presentación de ambos gladiadores al coro de ¡Wagner, Wagner!. Los seguidores de los Perros del Mal respondieron de inmediato y aquello se desbordó en un solo grito que englobaba dos nombres y una sola pasión, enmarcando un duelo que los seguidores del catch esperaban desde hacía mucho tiempo.
La primera caída se decidió en favor del Perro, que después de dos suplex y sus tradicionales lanzas vencía a un Wagner que no se enteró de mucho antes de ver las lámparas. Para la segunda caída Wagner reaccionó y con una casita amarró el triunfo, las cosas se emparejaban y la gente no cesaba de gritar, de abuchear, de aplaudir, de librar su propia batalla por la supremacía en la Arena México.
La tercera caída fue tensa, envuelta en lo que llegó por momentos a una desesperación latente en ambos contendientes, ambos a punto de perder en varias ocasiones, no se veía por dónde vendría el desenlace hasta que aparecieron los Perros del Mal, Mr. Águila, Texano y Damián 666 en la tarima, el réferi se distrajo y el Terrible subió al cuadrilátero portando una máscara de Wagner con la intención de interceder en favor de su líder, el cual aprovechó la confusión para atacar con un foul al Galeno del bien y ponerlo de espaldas planas ante la indignación del público Wagneriano, que acompañó las tres palmadas con una lluvia de proyectiles hacia el ring.
La playera negra fue ofrecida al Dr, Wagner Jr., éste decidió hacer caso a su público y rechazó la invitación, atacando al líder de los Perros del Mal y recibiendo una paliza de la jauría que salió triunfalmente del encordado.
Y es que el Hijo del Perro Aguayo ganó como está acostumbrado a hacerlo, Wagner no puso términos y sabía contra quien se enfrentaba, al final, los allí presentes se dieron cuenta de que en la casa y con la gente de Wagner, el Perro pone las reglas.